El pueblo argentino que fue distinguido como uno de los mejores del mundo

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Cuenta con menos de 500 habitantes y fue la única de las localidades argentinas propuestas que se llevó el galardón.

El pueblo argentino de La Carolina, ubicada en el Corazón de las Sierras Centrales de San Luis recibió el reconocimiento “Best Tourism Villages”, como uno de los pueblos turísticos más lindos del mundo.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) es el organismo especializado de las Naciones Unidas que se encarga de la promoción del turismo responsable, sostenible y accesible para todo el mundo como un factor de crecimiento económico, desarrollo inclusivo y de sostenibilidad ambiental.

En el marco de la Asamblea Ordinaria de la OMT se otorgaron reconocimientos internacionales a diversos pueblos del mundo que además de contar con una belleza paisajística, mantienen un compromiso con el cuidado del ambiente y su gente, con los recursos culturales, naturales y el desarrollo turístico. Un requisito obligatorio que deben tener las localidades nominadas es no contar con más de 15 mil habitantes y estar situadas en un paisaje natural y/o cultural característico que comparta valores y estilos de vida propios de la región.

En esta tercera edición llevada a cabo en Samarcanda, Uzbekistán, se seleccionaron 54 pueblos de todas las regiones entre un total de 260 solicitudes. “El turismo puede ser una fuerza poderosa para la inclusión, empoderando a las comunidades locales y distribuyendo beneficios entre regiones”, aseguró el Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili en la ceremonia. “Esta iniciativa reconoce a los pueblos que han aprovechado el turismo como catalizador de su desarrollo y bienestar”.

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Fue a través de la gestión y postulación de la Secretaría de Turismo de la Provincia y el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, que pueblos argentinos como Gaiman, Laguna Blanca, La Carolina, Los Antiguos, Tolhuin, Villa Traful y Yavi participaron en esta iniciativa cuyo objetivo es visibilizar experiencias y roles de la actividad turística en el desarrollo local desde sus dimensiones sociales, ambientales y económicas. Para sorpresa de sus habitantes y del país, la localidad argentina de La Carolina ubicada en el Corazón de las Sierras Centrales de San Luis recibió el reconocimiento “Best Tourism Villages”, como uno de los pueblos turísticos más lindos del mundo.

La distinción otorgada por la OMT a La Carolina es un hito relevante para el turismo de San Luis, según el Secretario de Turismo, Luis “Piri” Macagno, esta condecoración es la más importante que se otorga a un destino a nivel global y “se trabajó mucho en la presentación, por lo que confiamos en que La Carolina iba a tener una posición destacada, pero nunca este nivel de reconocimiento por parte de semejante institución; hoy es un antes y un después para el turismo de la provincia”, aseguró.

Para Macagno recorrer las calles empedradas de este Pueblo Colonial rodeado de un entorno natural único evoca la rica historia de Argentina y América. La cultura minera impregna el lugar, con minas abandonadas y lugareños que buscan el preciado metal en el denominado “Río Amarillo”. Sucesivamente, contó que una visita a La Carolina se enriquece con el paseo por el Museo de la Poesía Manuscrita, probando la variada oferta gastronómica local y por supuesto, aventurándose por los yacimientos arqueológicos de miles de años de antigüedad.

Las excursiones están abiertas todo el año y se puede optar por utilizar la vestimenta de minero, cascos con linterna y botas de goma.

Lo cierto es que la historia de esta localidad sanluiseña es atrapante y trae consigo hechos y personajes claves en el desarrollo del país. Remontándose al pasado uno se enterará que ya en el año 1794, el virrey Sobremonte, entonces gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, modificó el nombre de San Antonio de las Invernadas a “La Carolina” en homenaje al rey Carlos III de España. Fue a la par de este suceso que en el mismo punto geográfico se desató la “fiebre del oro” que dio sus primeros pasos cuando un lugareño llamado Don Tomás Lucero encontró un valioso yacimiento de este elemento, lo que, consecuentemente, terminó atrayendo a numerosos buscadores de riquezas. Al poco tiempo Lucero decidió estudiar en profundidad la región y llevó un molino para poder extraer el oro, dejando así un legado de minas agotadas a mediados del siglo pasado.

En la actualidad, los arqueólogos estiman que queda poco oro debido a que en el último siglo los mineros y lavadores agotaron las bocaminas. Esta llamativa historia del oro, se mantiene en el imaginario colectivo local como una leyenda viva en la que los pirquineros –mineros que realizan las labores de extracción de mineral en forma artesanal y generalmente de manera independiente– se mantienen esperanzados con la ilusión de descubrir una nueva fuente de riqueza en la región.

De desearlo, en el paseo por el interior de las minas se puede hacer a tope. Las excursiones están abiertas todo el año y se puede optar por utilizar la vestimenta de minero, cascos con linterna y botas de goma. En la travesía uno podrá encontrarse con los antiguos instrumentos de trabajo, formaciones internas del cerro, respiraderos y fallas geológicas que conforman un paseo imperdible de 400 metros hacia el centro de la montaña.

Por otra parte, el Museo de la Poesía Manuscrita, es otro de los atractivos turísticos. El lugar fue construido sobre la casa histórica de Juan Crisóstomo Lafinur, poeta, filósofo y educador argentino, y alberga una biblioteca singular con más de 1700 manuscritos y 900 obras poéticas de renombrados autores de todo el mundo, incluido el ilustre Jorge Luis Borges, que está vinculado a la región a través de su tío abuelo Lafinur.

La llamativa historia del oro, se mantiene en el imaginario colectivo local como una leyenda viva en la que los pirquineros se mantienen esperanzados con la ilusión de descubrir una nueva fuente de riqueza en la regiónSecretaría de Turismo de San Luis

Respecto de sus características geográficas, La Carolina cuenta con apenas 300 habitantes y se sitúa en el corazón de las sierras sanluiseñas. Es rodeada por el Río Amarillo y el río Las Invernadas, que se unen para formar el río Grande y añaden un brillo especial a este pintoresco pueblo.

En adición, es notable destacar que en la localidad sanluiseña se está realizando el Proyecto Forestal Rama, cuyo principal objetivo es restaurar el medio ambiente, evitando la deforestación y la erosión del suelo, para preservar un entorno saludable para los habitantes locales y los turistas.

Victoria Vera Ziccardi